Capítulo oculto
Escrito por Milton y Damián Santiago
Cómo trabajar la disciplina para transformar actividades rutinarias en resultados extraordinarios
El 95 % de la población no es capaz de conseguir esto y por eso observa frustrado cómo triunfa el 5 % restante, pero… ¿tiene valor que lo diga alguien que no es disciplinado y además lo confiesa sin prejuicio?
Hace pocos días atrás vi la película dirigida por Reinaldo Marcus Green, “El método Williams”, centrada en la historia de cómo el padre de las hermanas Venus y Serena Williams consigue que, a través de un plan y de una disciplina férrea, sus hijas alcancen la gloria en el tenis mundial. Venus, la primera afroamericana en ganar un gran slam. Su hermana, Serena, 23 títulos de gran slam, la más grande de la historia. La pregunta, entonces, es… ¿cuál de los 3 es el prodigio?
Para alguien como yo, insisto, que sabe que no es disciplinado a ese nivel estratosférico verla resulta francamente doloroso por momentos. Te preguntas…
¿Pero qué tiene ese hombre para ser tan determinante en su convicción?
¿Cómo puede el Sr Williams tener una claridad tan asombrosa para llevar a todas sus hijas a un nivel de excelencia tan pero tan alto?
¿Podría hacer lo mismo conmigo si me explica cómo desarrollar una mentalidad así de poderosa y clarividente?
¿Podría la disciplina ser un talento? ¿También podría serlo tener un plan, un método tan preciso? ¿y qué me dices de ponerlo en práctica hasta las últimas consecuencias, aunque te denuncie la vecina, aunque te apaleen, aunque tu propia familia por momentos desconfíe de tus formas, de tus exigencias, de tus exabruptos?
No sé si voy a ser capaz de responder esas preguntas. Quiero que me acompañes a descubrir lo que investigué al respecto, cuáles son mis conclusiones y qué preguntas quedan en el aire para invitarte a que el trabajo lo continues tú. Ahora bien, lo que voy a dejar claro desde el principio es que tengo 2 sensaciones:
- Desarrollar una disciplina aporta más de lo que quita; excepto, claro, que tu plan sea rascarte el culo toda la vida.
- Ser disciplinado es una de las empresas más difíciles de llevar a cabo para cualquier ser humano y mucho más si ese proceso no empezó cuando eras niño.
Este capítulo contiene una promesa y ésta consiste en darte algunas herramientas para transformar una parte de tu dispersión en una máquina de hacer cosas con eficiencia. Lee de nuevo este fragmento. Porque tal vez nadie te ha dicho las cosas tan claramente como lo haré yo y entonces a partir de ahí comiences realmente a tomar medidas necesarias y urgentes sobre este asunto.
La resistencia a la disciplina
Lo vivo en carne propia. Sé que tengo tareas urgentes, prioritarias, pero no logro concentrarme en ellas. Me encuentro haciendo lo que no me conviene en lugar de lo que debería estar haciendo. ¿Te pasa igual?
Después, me castigo mentalmente. Sabía lo que debía hacer, pero la falta de disciplina me empuja a elegir lo que deseo, no lo que me conviene.
He vivido en esta disyuntiva toda la vida. Y es doloroso. Fracasas y sabes por qué. Conoces las razones profundas por las cuales terminas cayendo una y otra vez. Emprender no es moco de pavo. El tiempo vuela. La competencia y el mercado exigen. Las reglas de juego están ahí para aceptarlas y respetarlas. Pero te lo pasas por el forro. Eres un alma libre, un ser creativo, una especie de iluminado convencido de que todo se resolverá por arte de magia, aunque la realidad demuestre mil veces que no. Es así. La realidad se impone y te rompe la cara, pero tú sigues empeñado en comportarte como un imbécil engreído que lo sabe todo.
Debes creerme cuando digo que no estoy siendo duro conmigo.
Si eres parecido a mí, parecido a Damián Santiago, el papá de Jimena, el que emprende, cree en los pajaritos y al final fracasa casi siempre, el que luego se acurruca en un rincón llenando su cabeza de negras tormentas, el que recibe los golpes más duros hasta de la gente que más ama, si eres así prepárate porque si no tomas control sobre ello lo vas a pasar muy duro.
Oh no exagero ni una coma. He enfrentado pérdidas significativas, incluyendo negocios y relaciones, debido a mi arrogancia y falta de disciplina. Por no registrar más y mejor. Por no apuntar lo que hacía mal y lo que hacía asombrosamente bien. Por confiar en la providencia más que en el método y en mi supuesta capacidad para resolver problemas que no se pueden resolver jamás, en vez de hacerlo en sistemas comprobados que funcionan. Te lo digo de verdad, para. Para un segundo y evalúa lo que estás haciendo. Encuentra a alguien que te enseñe a cambiar, a ser consistente, y a crear un plan que sea tan intocable como tus principios más profundos. Otórgale a esa persona el derecho a ponerte recto, y a dibujar una hoja de ruta que sea más sagrada que tu propia madre.
Invierte en ello. Invierte dinero real. Este es el consejo más noble que puedo ofrecerte ahora mismo. Si sabes ser disciplinado tus ventajas se disparan en cualquier campo en el que actúes: laboral, profesional, empresarial, educativo…
Ahora, mirando hacia atrás, veo cada error como un escalón hacia la sabiduría que tengo hoy, pero todavía me parece insuficiente. No puedo cambiar el pasado. En cambio, cada día es una nueva oportunidad para aplicar lo que he aprendido. La disciplina no es solo una práctica; es una decisión diaria para moverse en la dirección de mis sueños, más consciente y estratégicamente que ayer. Te invito a que te unas a mí en este camino, no solo para evitar los errores que cometí, sino para construir el futuro que, si hasta yo merezco, más tú que recién empiezas.
Partamos con la siguiente pregunta… ¿Qué entiendes tú por disciplina y qué es realmente la disciplina?
El deportista que se machaca en el gimnasio para tener una condición física extraordinaria no entiende la disciplina como tú. Te lo aseguro. Tú lo ves de esta manera:
- Seguir Reglas a Rajatabla: Mucha gente piensa que ser disciplinado es como ser un robot, siempre siguiendo las reglas sin desviarte ni un pelo. Imagínate, todo calculado y sin espacio para un poco de locura.
- Vivir por un Horario: Para muchos, la disciplina significa tener cada minuto del día planificado. Si eres disciplinado, tu vida está prácticamente en una agenda, y te toca seguir el guion desde que te levantas hasta que te acuestas.
- Chauuu a la Libertad: Hay quien cree que la disciplina te ata las manos. Piensan que, si eres disciplinado, olvídate de improvisar o divertirte; todo es seriedad y trabajo.
- Control Extremo: La gente también ve la disciplina como una batalla constante contra sus impulsos. Es como tener un policía interno que te dice que no al helado, al descanso o a una salida porque «hay que ser responsable».
- Castigos y Regaños: Sobre todo en la escuela o en el ejército, la disciplina suena a castigo. Si te sales de la línea, viene el castigo para ponerte en tu lugar, asegurándose de que sigas el camino recto.
¡Y esto es verdad!
Sólo que es una parte de la verdad.
Cuando vivía en Argentina no imaginaba que en otras regiones del mundo la gente pudiera vivir en base al respeto a las reglas de juego consensuadas social y legalmente. Y cuando llegué a España y observé con mis propios ojos, entre el asombro y la algarabía, cómo los peatones tenían siempre prioridad de paso, cómo los coches se detenían en seco ante un paso de peatones, aunque no hubiera semáforo, me pareció alucinante. Esa cultura formaba parte de la gente. En Argentina es impensable y en España es impensable lo contrario. Lo mismo con el que está en el gimnasio machacándose día tras día. Es impensable para él no hacerlo. La disciplina forma parte de su libertad: hacer lo opuesto consistiría en ser esclavo de su miseria.
¿Comprendes esto? No es completamente libre sin disciplina.
La disciplina para una persona que tiene parámetros de exigencia muy elevados es un pasaporte a la libertad, un boleto hacia la libertad verdadera. Al aprender a gestionar tu tiempo y tus acciones, en realidad ganas la libertad de perseguir lo que más te importa sin perderse en distracciones y dilaciones. Imagina alcanzar esas metas que siempre has soñado, simplemente porque decidiste ser el maestro de tu agenda y no al revés.
La disciplina es también la herramienta principal para apuntalar tu autoconfianza. Con cada día que sigues tu plan, sientes cómo crece tu capacidad para hacer cosas, grandes o pequeñas. Es una fuerza que se alimenta a sí misma: cuanto más disciplinado seas, más capaz te sentirás, y más alto apuntarás. Digo esto y pienso inmediatamente en Cristiano Ronaldo. Lo juro. Nunca lo vi a la altura de Messi. En cambio obtenía resultados similares. Su juego me parecía tosco, sin belleza, casi aburrido. Pero lograba números asombrosos y todo debido al rigor de su inmaculada disciplina. Eso lo hacía digno de mi profunda admiración. Tener ese dominio sobre tus propios pensamientos te lleva a un lugar privilegiado.
¿Qué más?
El control. En un mundo que parece cada vez más impredecible, la disciplina te da un control excepcional sobre tu vida. Puedes no ser capaz de controlar lo que sucede a tu alrededor, pero con disciplina, puedes controlar cómo reaccionas y cómo prosigues con tus planes, sin importar las tormentas que puedan venir.
La disciplina te enseña a eliminar lo superfluo y a enfocarte en lo esencial. Es como tener un superpoder para ignorar las «chulerías» que no aportan valor y concentrarte en acciones que realmente impulsan tus objetivos hacia adelante. ¡Es el arte de ser efectivo en todo lo que haces! Lo digo y pienso de nuevo en Ronaldo. Era buenísimo en el campo, pero era aún mejor controlando su cabeza.
Aunque suene contradictorio, la disciplina incluso aumenta tus niveles de energía. Al evitar la procrastinación y los ciclos de culpa y estrés que conlleva, liberas toneladas de energía emocional y mental que pueden ser reinvertidas en tus pasiones, en tus objetivos y en tu crecimiento personal.
Los beneficios de la disciplina que mencioné están respaldadas por una amplia gama de expertos en psicología, éxito personal y desarrollo profesional. Por ejemplo:
- Stephen Covey: Autor de «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva», Covey destaca la disciplina como un componente crucial para ser efectivo en la vida personal y profesional. Su enfoque en la proactividad y la gestión del tiempo resalta cómo la disciplina lleva a la libertad y al éxito.
- Charles Duhigg: En su libro «El poder de los hábitos», Duhigg explora cómo los hábitos disciplinados pueden transformar nuestras vidas de maneras extraordinarias, proporcionando el marco para entender cómo la creación de rutinas lleva a mejoras significativas en la salud, la eficiencia y la satisfacción personal.
- Angela Duckworth: Como psicóloga y autora de «Grit: El poder de la pasión y la perseverancia», Duckworth investiga la tenacidad y la disciplina como indicadores clave del éxito. Su investigación destaca que la perseverancia en seguir metas a largo plazo es más predictiva del éxito que el talento innato.
- Tony Robbins: Conocido por su enfoque en la motivación y el desarrollo personal, Robbins a menudo habla sobre la importancia de la disciplina para alcanzar la libertad financiera y personal. Argumenta que controlar nuestras decisiones y tener la disciplina para seguir nuestros planes son esenciales para lograr cualquier tipo de éxito.
- James Clear: Autor de «Hábitos atómicos», Clear discute cómo pequeños cambios disciplinados pueden llevar a resultados sorprendentes. Su enfoque en la mejora continua y la eficiencia a través de hábitos bien estructurados resuena con la idea de que la disciplina es transformadora y energizante.
Estos expertos, cada uno en su campo, han demostrado y abogado por la importancia de la disciplina como una herramienta clave para lograr objetivos y mejorar la vida en general. Cada uno de ellos ha contribuido con ideas valiosas sobre cómo la disciplina afecta nuestra eficacia, satisfacción y capacidad para manejar desafíos.
Si me dieran a elegir súper poderes, indudablemente este sería uno. Tengo otros también muy claros, pero la disciplina y la perseverancia sin lugar a dudas están entre mis preferidos.
Ahora veamos algunas estrategias prácticas para cultivar la Disciplina
- Técnicas de gestión del tiempo
- Método Pomodoro: Esta técnica implica trabajar en bloques de tiempo (generalmente 25 minutos), seguidos de breves descansos (5 minutos). Estos intervalos cortos fomentan un enfoque sostenido y previenen el agotamiento.
- Planificación del Día Anterior: Antes de terminar tu día, planifica las tareas del día siguiente. Esto te prepara mentalmente y te asegura comenzar el día con un propósito claro.
- Regla de los Dos Minutos: Si una tarea toma menos de dos minutos en completarse, hazla de inmediato. Esto evita la procrastinación y mantiene pequeñas tareas bajo control.
- Establecimiento de metas
- Objetivos SMART: Establece metas que sean Específicas, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Temporales. Esta estructura ayuda a clarificar tus objetivos y facilita la medición del progreso.
- Visualización: Dedica tiempo a visualizar tus objetivos logrados. Esto motiva y clarifica el porqué detrás de tu disciplina diaria.
- Divide y vencerás: Descompón grandes metas en subtareas más pequeñas y manejables. Esto hace que los objetivos sean menos abrumadores y facilita la celebración de pequeños logros en el camino.
- Rutinas de responsabilidad
- Grupos de responsabilidad: Únete o forma un grupo de responsabilidad donde tú y otros se comprometan a mantenerse al tanto de sus objetivos. Reunirse regularmente para compartir progresos y desafíos.
- Aplicaciones de seguimiento de hábitos: Utiliza aplicaciones como Habitica, Forest o Streaks para mantener un registro de tus hábitos y progresos.
- Contratos de compromiso: Escribe un contrato contigo mismo donde definas tus metas y las consecuencias de no cumplirlas. Hacerlo oficial (incluso firmándolo) puede aumentar tu compromiso.
¡AVISO IMPORTANTE!
Estoy decidido a formar un grupo de personas dispuestas a recibir ayuda en estos 3 últimos ejemplos. Si quieres unirte escríbeme a contacto@damiansantiago.es y te paso información sobre ello. Muchas veces necesitamos a un Sr. Williams en nuestra vida que nos arengue, que si nos desviamos nos traiga de nuevo a nuestra hoja de ruta, que nos levante el ánimo cuando las fuerzas flaquean, que nos controle, nos supervise y nos aliente a ser mejores como personas y como profesionales.
Te invito a probar una aplicación sencilla, incubada en la Universidad de Duke y en la que te proponen 3 formas de crear un cambio duradero:
- Tener una epifanía (Una epifanía puede referir a cualquier tipo de elemento que se manifiesta de manera inesperada, sea divino o no. Por ejemplo, una buena idea que aparece de repente puede ser considerada «una epifanía”)
- Cambiar tu entorno (No significa hacer una reforma en tu casa ni mucho menos. Es más sencillo. Por ejemplo, si a partir de mañana tu nuevo hábito al despertarte consistirá tomar un vaso de agua para hidratarte desde temprano, entonces lo ideal sería colocar el vaso con agua al lado de la cama la noche anterior. Eso es preparar el entorno)
- Cambiar tus hábitos de forma pequeña (Los grandes logros suceden a partir de pequeños cambios. Hay una frase muy buena de James Clear que dice: “No alcanzas el nivel de tus objetivos. Caes al nivel de tus sistemas” ¡Asombroso!)
La aplicación puedes descargártela desde Play Store. Se llama FABULOUS. Te puedo sugerir otras, pero no porque las haya usado y sepa qué tan buenas son o dejan de ser. Aquí tienes la lista:
- Habitica: Es importante destacar que Habitica también está disponible en español. Con su enfoque de juego de rol, hace que el desarrollo de hábitos sea más interactivo y divertido.
- HabitHub: Disponible en Android, esta aplicación permite seguir la racha de tus hábitos y visualizar claramente tu progreso a través de calendarios y gráficos. Su interfaz puede configurarse en español, facilitando su uso para hablantes del idioma.
- Beeminder: Aunque en inglés, su funcionalidad es muy interesante porque te permite apostar dinero contra tu capacidad para mantener tus hábitos. Es decir, te penaliza financieramente si no cumples tus metas. Aunque el sitio principal está en inglés, puedes usar herramientas de traducción para facilitar su uso.
- Daylio: Esta aplicación permite realizar un seguimiento de tus hábitos y tu estado de ánimo sin necesidad de escribir. Usa iconos y gráficos para que puedas registrar rápidamente cómo te sientes y qué estás haciendo. Aunque inicialmente en inglés, ofrece opciones para cambiar el idioma a español en la configuración.
- Loop Habit Tracker: También disponible en español, proporciona una interfaz sencilla pero poderosa para monitorear tus hábitos a través de gráficos y estadísticas, ayudándote a ver las tendencias y patrones en tu comportamiento.